LA MIEL
Preguntaron a la abeja
¿Qué es la miel?.
La abeja levantó vuelo sin responder,
y un zángano que allí estaba dijo:
-“Yo contestaré
La miel es polen y flores
que en celdas se ha de poner
y así… volando y libando…
se hace la miel””¿De ande sale el azúcar
que le da la exquisitez?”
Aahh.. dijo el zángano al punto
yo sólo la sé comer.
Y uno de tantos del pueblo dijo:
-“Yo contestaré:
trabaja y vuela la abeja
y de su entraña al nacer
sale de dolor y esfuerzo,
la rubia y sabrosa miel
esa que el pueblo elabora
y el zángano se ha de comer”.
Aprendamos, aprendamos
si aún hay tiempo de aprender.
Que mueran todos los zánganos
y sólo coma la miel
el pueblo que la elabora
del alba al amanecer
JULIO MIGNO
El 6 de octubre de 1915 nacía en San Javier Julio Bruno Migno Parera, a quien posteriormente el cariño popular consagraría como El Poeta de la Costa, siguiendo las palabras anticipatorias de Alcides Greca., quien lo denominó “el más grande.escritor del Paraná y sus islas”.
!Su infancia estuvo marcada por la fuerte presencia del río, el monte y los amigosindiecitos mocovíes. A estas experiencias se sumó la voz omnipresente de su madre, Ofelia, quien lo inició en el amor por los versos y el terruño. A partir de esas marcas emocionales, la decisión del poeta en ciernes fue la de escribir para los suyos. “Soy ufano poeta rural, lejos de academias y macaneos estilísticos”, expresó en una entrevista. Y de esa determinación son testimonio sus primeras obras, en las que el personaje central es siempre el desposeído, indio, criollo, pueblerino, todos ellos presentes en sus versos elaborados con el lenguaje del lugar que amó y por el que se desvivió.
A los diecisiete años, mientras cursaba sus estudios secundarios en el Colegio de los Jesuitas, publica A los nuestros, en coautoría con su compañero Félix Villasur Gutiérrez.
Le sigue Amargas, en 1943, primera obra de valía, prologada con tintes premonitorios por Horacio Caillet Bois. Todavía no sabía el poeta si seguir los caminos universales o los solitarios y emotivos de su tierra natal. Eligió entonces cantarle a su gente con estilo propio.
En 1947 aparece Yerbagüena, posicionándose como un mojón trascendental en la obra de Migno. En 1952 publica Chira Molina, personaje marcado fuertemente por la injusticia social, lo que convierte a esta obra en testimonio de denuncia y alegato. Aparecen luego dos antologías, Cardos y estrellas (1955) y De palo a pique (1965). En 1972, en progresiva madurez lírica y sin renunciamientos, sale a la luz Miquichises. En 1987, con marcas decididamente universalistas, y abandonado ya el registro local pero no la hondura que lo caracterizó, publica Summa Poetica.
El escritor vivió alejado “del aguacero del aplauso”, como gustaba decir.
Y a pesar de los muchos elogios recibidos de autores de la talla de Horacio Caillet Bois, Agustín Zapata Gollán, Arturo Capdevilla, Héctor Pedro Blomberg, Ricardo Rojas, Enrique de Gandía, entre otros, partió con el convencimiento de que “lo que vale es la obra, que será, sin más, escudo o tumba para el escritor”.
Foto: Ana Montiel https://anamontti.com/quien-soy/